La autenticación reforzada implica la confirmación de al menos dos factores de autenticación de diferentes categorías de entre las tres siguientes:

i) posesión (una clave, un teléfono móvil, etc.);

ii) conocimiento (una contraseña) e;

iii) inherencia (una huella dactilar).

En la gran mayoría de los casos, la autenticación fuerte consiste en abrir la aplicación móvil de banca en línea del usuario e introducir una contraseña (o comprobar la huella dactilar) en un teléfono previamente registrado por la entidad titular de la cuenta.

Este método sustituye al envío de un SMS al móvil, que sólo cumple uno de los dos criterios si no se combina con la confirmación de la contraseña.

Fuente (🇫🇷)